//Consumo masivo se desacelera por alza en precios; 2023 arrancará complicado

Consumo masivo se desacelera por alza en precios; 2023 arrancará complicado

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(Expansión) – Los últimos años han sido particularmente especiales en todos sentidos. Si bien, la pandemia y los confinamientos nos sorprendieron a todos durante el 2020, en este 2022, la inflación y los incrementos de precios nos han asombrado aún más. Es cierto que varios pronosticábamos que este sería un año de incrementos inflacionarios importantes. Sin embargo, ¿quién iba a decir que, desde el mes de noviembre de 2021, y por más de 20 quincenas consecutivas, la inflación iba a estar por arriba de los 7 puntos porcentuales?

¿Cómo se defiende el consumidor ante los incrementos de precio del consumo masivo?

Si bien es cierto que en las últimas quincenas del año empezamos a ver señales de mejora como lo es la disminución del precio de la canasta básica, la realidad es que estamos lejos de ver una inflación controlada y en línea con el objetivo del Banco de México; para eso, aún falta mucho camino por transitar. Es importante mencionar que los apoyos han existido. Tanto consumidores como fabricantes han recibido apoyos de diversos tipos. Los más emblemáticos tal vez sean el ajuste al salario mínimo que sucedió en 2022, y que para 2023 será de más 20%; y el famoso Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), que exime a productores del pago de impuesto general de importación, entre otros, con el propósito de mantener el precio de la canasta básica en 1,039 pesos hasta inicios del 2023. Pese a estos apoyos, y a otras fuentes de ingreso con las que cuentan los hogares como lo son las tan aclamadas remesas, parece que el bolsillo ya no aguanta más. De acuerdo con estudios recientes, los hogares están enfrentando incrementos en precio superiores a la inflación en la canasta de consumo masivo (Fast-moving Consumer Goods), lo que ha llevado los volúmenes de compra a tasas de crecimiento cercanas a cero. Por ejemplo, al tercer trimestre del año, el gasto de las familias en FMCG creció 12% contra año anterior, mientras que el volumen vio una evolución de tan solo 0.4%. Lo anterior equivale a gastar 12% para comprar apenas los mismos volúmenes. Es en los alimentos donde se acentúa el alza generalizada en precios; ya que, el 83% de estas categorías incrementan precios por encima de la inflación. Aceites comestibles, harinas, barras de cereal, y salas para pastas, son algunas de las más impactadas – mismos que se han trasladado en buena medida al consumidor. Tambien los canastos de Bebidas alcohólicas, Lácteos y Cuidado del hogar muestran aumentos por arriba de la inflación El consumidor ha adoptado cinco estrategias muy claras de defensa para hacer rendir su gasto: (1) prioriza gasto en categorías básicas FMCG, (2) amplía el repertorio de canales, (3) cambia de formatos-tamaños de productos, (4) compra marcas propias y (5) regresa a canales off-line para los básicos del hogar. El consumidor está priorizando su gasto a categorías básicas de consumo masivo. Sobre todo, la base de la pirámide poblacional, quienes según información AMAI, destinan cerca del 50% de su dinero a la alimentación. También observamos que el shopper está restringiendo y limitando su compra. De ahí que el tamaño del viaje no crezca y la misión de despensa se contraiga. En esta misma dinámica, vemos que el consumidor se adapta y cambia de formatos y tamaños de producto según su necesidad y capacidad de desembolso. Un ejemplo de lo anterior es que los niveles medios-bajos optan por disminuir el tamaño de los empaques a lo largo de todo el canasto de consumo FMCG; lo anterior, en busca de menores desembolsos. En sentido inverso, los niveles medios-altos, que en promedio gozan de una mayor capacidad de compra, eligen cambiar a tamaños más grandes en varias categorías para aminorara los incrementos en precio a partir de un mejor rendimiento por kilo o litro. Lo anterior se observa claramente para alimentos y lácteos; canastos donde también la compra del hogar regresa a canales off-line (tiendas físicas), contrario a la tendencia de 2021, cuando las ventas on-line lideraban el crecimiento de la industria.

¿Qué viene en 2023 para el consumidor mexicano?

A continuación cinco claves para considerar en las estrategias del próximo año. 1. Escenario económico incierto: La recuperación económica postpandemia (en tamaño de PIB) llegará hasta 2024. Sin embargo, existen riesgos por una probable desaceleración global liderada por Estados Unidos; además, a un año de elecciones, el ambiente político podría generar incertidumbre y frenar el consumo. 2. Vulnerabilidad del gasto: Foco en lo necesario, pues, los hogares se han agotado los ahorros. El shopper gestionará su gasto viaje a viaje, por lo que es crucial ofrecer opciones adaptadas a cada misión de compra. 3. Fragmentación de canales: El consumidor seguirá buscando maximizar su desembolso con un repertorio más amplio. El e-commerce seguirá desarrollándose, en especial para Cuidado del Hogar y Personal 4. Fortalecimiento de marcas privadas: El crecimiento de Bodegas y Tiendas Club ha impulsado el segmento en todos los canastos. La presión en precio seguirá fomentando su compra. 5. Sin freno a la innovación: La inflación y las dificultades económicas no disminuyen la importancia competitiva de la innovación. En estos tiempos la innovación de valor será más necesario que nunca. Nota del editor: Juan Carlos Jouve es Director de Servicio al Cliente de la División Worldpanel de Kantar México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

]]> Fuente: Expansión